Ale, esta entrada es para vos...

“Gracias por tenerme en cuenta”, me dijiste.
Debe ser esa mala costumbre que no termino de sacarme aún; la de dar por sentado ciertas cosas. Debe ser ese mal hábito mío de dejar de decir lo que creo que ya se ha dicho sin necesidad de usar las palabras. Mi querida tía del corazón, ¿cómo se te ocurre darme las gracias?
Gracias a vos.
Alejandra Messina, mucha mujer. Esa es mi tía Ale.
Y sos mi tía Ale, no porque seas la esposa del tío “Choni” sino porque te quiero tanto como a él. Tenés luz propia. No sos y nunca has sido satélite de nadie.
Soy de pensar que al lado de cada Gran Hombre (que hay pocos, pero los hay y las dos conocemos algunos) hay una Gran Mujer, que no está ni adelante ni atrás; van codo a codo.
Ale, tal vez nunca te lo dije con todas las letras, pero que quede bien claro que te admiro mucho.
Y es que sos la clase de mujer que intento ser todos los días. Como dice esa frase tan linda del Che, has aprendido a endurecerte “sin perder la ternura”.
Y cuando digo que quiero ser como vos, digo que quiero ser así de fuerte. Digo que quiero ser así de dulce y comprensiva. Así de íntegra y auténtica. Así de idealista y luchadora. Y sin pelos en la lengua cuando se trata de decir unas cuantas verdades. (En cualquier momento nos subimos las dos al techo de tu casa, con la bandera argentina aguando la campaña presidencial de algún candidato oportunista…y de paso, salimos en Crónica…jejeje)
A veces me pregunto cómo habrá sido y será tu vida en momentos de terrible oscuridad. Pero creo que es allí mismo donde está la raíz de tu fortaleza. Y tal vez sea porque has vivido la soledad que me entendés tan bien cuando te hablo de mis 350 soledades.
Y esa soledad tuya y ese dolor, nunca fueron más fuertes que vos. Los derrotás todo el tiempo. Los transformás constantemente en una luz muy poderosa; que es todo ese amor que tenés para dar. Tanto amor te sobra, que te alcanza para esta sobrina postiza…y para los bull terrier, Xuavia y Spunky!!! De vos también aprendí a ver lo mejor de cada persona y el lado bueno de todas las cosas.
Quiero, al igual que vos, seguir enamorada de la vida, aún cuando la vida no esté enamorada de mí, cuando me deje sola, sin comprender y tan solo en compañía del silencio. Quiero seguir riendo como te reís vos, aún ante la desgracia, las injusticias y a pesar de todas las dificultades. Que nunca gane el desgano, que siempre haya un camino nuevo. Quiero, también como vos, seguir en esta lucha a brazo partido que nos ha hermanado; la lucha porque nuestros Veteranos recuperen la voz, la salud y sobre todo…la sonrisa. Esa lucha es la lucha de Sergio, de Chiquito y, a su manera, también de Jorge. ¿Viste? Entraron los tres, en una misma oración…y no se pelearon!!! Jeje…Milagros de la redacción…
Gracias Ale, por apreciar siempre mis pequeños esfuerzos y hacerme sentir que no son en vano. Gracias por ayudarme a comprender que “algo” es mejor que nada, y que nunca debemos dejar de hacer aquello que está a nuestro alcance.
Y gracias a vos y a Naty por ese tema de Oasis que me mandaste. Creo que dice mucho de mí y de lo que me pasa ahora. De verdad me gustó mucho.
Gracias por hacerte presente hoy, como siempre. Sabés que vos y el tío “Choni” están en mi corazón y es por eso que los llevo siempre conmigo.