martes, 8 de mayo de 2007

¿Me compra algo?


En una de las primeras entradas de mi blog yo les hablaba de ciertos angelitos urbanos. Y me refiero a ellos; a esos chiquitos que, al igual que la nena del subte, han sido excluidos de la infancia por alguna perversa razón del destino. Por circunstancias del mundo, de este país y de un sistema capitalista más que condenable, se ven en la necesidad de trabajar y/o mendigar desde la edad más temprana. Así, totalmente desprotegidos y a la deriva, pasan sus días en la calle, el lugar menos adecuado para ellos, expuestos a todo tipo de peligros.
Y Buenos Aires está llena de estos angelitos tan injustamente expulsados del paraíso de la infancia. Se los ve durmiendo en la calle, pidiendo en las esquinas, revolviendo la basura o vendiendo estampitas y otros artículos en trenes y subterráneos.
Donde mires vas a encontrarlos. Salvo, por supuesto, que no mires o que no te interese mirar.
Esta mañana yo estaba en un maxi-kiosco de esos tipo auto-servicio, en Diagonal Norte y Suipacha. Se me acerca un nene de unos diez u once años y me clava los ojitos. Yo pensé que iba a pedirme unas monedas. Y cuando nuestros ojos finalmente se encontraron, me dijo: “¿Me compra algo?”
Ahí nomás se me partió el corazón en 743 partes. Y me llené de impotencia, de tristeza, y de un montón de cosas muy difíciles de describir.
¿Qué puedo decirles? Que en ese momento se me pasaron mil cosas por la cabeza. Pensé en mis alumnos del cole de esa misma edad y de lo diferentes que son las vidas de esos chicos en comparación con la de este nene. Los primeros no tienen otras preocupaciones que la prueba de matemática o la camiseta de fútbol que se quieren comprar y van a todos lados con su i-pod y su celular. ¡Qué al pedo! Pienso yo, que estos mocosos acumulen tantas cosas que ni les hace falta ni saben apreciarlas. Perdoname el lenguaje, Alfredo, pero me da mucha bronca. Yo creo que si vendiéramos las camisetas, los celulares, las zapatillas de marca con rueditas y los i-pods todos juntos, podríamos curar el hambre de varias villas. En cambio este nene, va a todos lados con una mochila viejita y una camperita que apenas lo abriga un poco.
“Sí,” le dije yo “¿Qué querés comer?”
Y con una carita de hambre impresionante me dijo: “Chocolate!!!” Y los miraba con unas ganas que me es imposible explicárselas.
Le di los chocolates y la plata que necesitaba para comprarlos. Y como si se hubiera ganado la lotería se apuró para ir a la caja a pagar por su compra.
“Gracias, gracias” me dijo con una sonrisa de oreja a oreja, y se fue de vuelta por donde había venido.

6 comentarios:

V dijo...

Es en verdad lamentable esta situación. Lo más triste es que a muchos de estos chicos, más que una campera nueva, lo que verdaderamente les hace falta es un poco de afecto, que alguien les demuestre que son importantes, que su vida tiene tanto valor como la de cualquier otro.
Quisiera creer que estos chicos van a tener un futuro digno, pero ¿Qué se puede esperar en un país con tanta desigualdad de oportunidades?
Por acá no es tan notorio, obviamente, pero están y son muchos.
Genera una gran impotencia saber que mientras muchos de estos chicos están todo el día en la calle, sufriendo hambre y soportando estoicamente el frío, los padres están sentados en sus casas esperando cobrar el próximo "plan 'trabajar'". La política asistencialista sólo sirve para ganar algunos votos, nada más. El país no puede progresar de este modo y más aún sabiendo que la educación fue sistemáticamente destruida y que no todos tienen acceso a ella. Sin educación, el país se hunde en la barbarie.. por algo cierto personaje nefasto para nuestra historia decía: "mas alpargatas y menos libros"
Así estamos.

Perdón, quizá me excedí, pero es un tema que me duele.

Besos!!

Alfredo dijo...

Sabés lo qué dá más bronca? qué nadie les preguntó si querían nacer para tener una vida de esa naturaleza. Es decir, porque existe gente que no tienen ellos para comer y traen hijos al mundo?
Sé que es un tema extenso y polémico, pero porqué si estamos sufriendo no lo hacemos sólos?
Y que no te moleste decir lo que estás pensando porque constantemente me pregunto que mierda están pensando en el momento de procrear, acaso no saben que pueden tener sexo sin tener hijos!!
No le hechemos el peso de la culpa a quienes tienen el ipod.
La miseria duele más cuando es compartida y no deja de perder sentido trayendo inocentes al mundo. La puta que lo parió!!
(Te gusto yo también sé usar esas palabras en el momento justo)

Luz dijo...

Sahaquiel: muchas gracias por tu comentario y coincido totalmente con lo que decís. Sin afecto y sin educación, ¿cómo formamos personas íntegras? Tampoco estoy a favor de las políticas asistencialistas.Se deben enseñar el esfuerzo y el trabajo como valores fundamentales desde la más tierna infancia.
Sentite con la libertad de extenderte cuanto quieras que no hay problema. Realmente me alegra que te interese el tema.Gracias por tu comentario.
Besos!!

Alfred, a ver...Lo del i-pod lo dije para ejemplificar un problema que siempre me preocupó, o mejor dicho dos:
1)la desigual distribución de las riquezas. Me molesta que, en la mayoría de los casos, esta no tenga que ver con el esfuerzo o el trabajo de las peronas.
2)la acumulación por la acumulación misma de cosas totalmente innecesarias y que ni siquiera se aprecian. Decime una cosa ¿para qué puede necesitar un celular V3 un niño de diez años en una escuela de inglés que tiene teléfono de línea? Estos pibes, no saben que hay que romperse el trasero laburando para ganarse la vida, mas bien creen que la plata sale de los árboles que tienen papá y mamá en el country, y esto es gravísimo. Y me molesta que estos papás no les enseñen el verdadero valor de las cosas. Y me molesta todavía más cuando los escucho hablar de "esos negritos", o escucho a estas señoras decir que la gente es pobre porque le gusta o porque es vaga, ignorando que uno es uno y sus circunstancias socioeconómicas y culturales.
La educación sexual es parte de la educación y es entendible que una persona que nació y vive en un contexto social no favorable ignore el tema de la anticoncepción, por mencionar tan solo uno. Ni lo piensan porque ni sus abuelos, ni sus padres lo hicieron. Es muy complejo el tema, pero creo que vale la pena el debate.
Besos!!

Alfredo dijo...

Si no lo pensaban sus abuelos a cosa viene de generación en generación, es decir degeneración, entonces decimos que están acostumbrados a vivir así?
Yo conocía a tres hermanos que se criaron en un conventillo, la madre era fallecida, el padre borracho sin trabajo, los vecinos rateros y prostitutas. De los tres hermanos uno murió lamentablemente en un accidente de transito, los otros dos un ejemplo de rectitud, los dos casados con hijos y con empresa propia.
No me digas que son exepción porque te puedo listar alguno más, todo es cuestión de saber su papel en la vida.
Cuando me fuí de inmigrante llegué a un país extraño con casi una mano adelante y otra atrás, sin embargo...

Anónimo dijo...

Hola, llegué a tu blog de casualidad. Me gustó mucho. Te seguiré visitando.
Saludos,
Fer

Luz dijo...

Gracias Chili!!! te doy la bienvenida!! Me alegra que te sientas a gusto aquí.
Besotes de bienvenida y espero leerte pronto.
Luz