Diálogo paranoide de esta mañana, en mi lugar de trabajo, con Vero, una de mis compañeras. (Suena serio. Tanto que no paramos de reír durante toda la charla)
V: (sonríe, como siempre. Me saluda con entusiasmo)¡Hola, Luz!¡Falta poco! ¿Cuándo te vas?
L: el nueve.
V:¡Qué buena onda!
L: Sí, ya está todo. Pero estoy bastante nerviosa:Ezeiza, el equipaje, la escala...
V: Y el avión...
L: sí, no me gusta... Una vez que esté allá, va a estar todo bien...
V: Sí, ni hablar. A mí tampoco me gusta el avión.
L: No, cuando se mueve, la gente grita...estás en el aire. Mis alumnos ya me ofrecieron drogas (¿?) para calmar la ansiedad y poder dormir en el viaje.
V: (se ríe)Buenísimo. Y claro...estás sola y pensás... Si pasa algo, van a pasar horas hasta que alguien se entere.
L: (risa)Tal cual, ¡qué triste!(nos reímos las dos).
V: Te entiendo, el año pasado me fui sola por primera vez. Y pensaba eso. Y cuando llegué me iba a pasar a buscar una combi, con un cartel con mi nombre y yo pensaba: "y si no viene, ¿cómo llego?"
L: ni hablar, a mí me va a ir a buscar un taxista con un cartel con mi nombre. Mirá si llego y no está...(risa)O la plata, mirá si me dan billetes truchos.
V: Ah, mirá, esa no la había pensado nunca.
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